La Quiropráctica
El cuidado quiropráctico reduce el estrés que afecta a nuestro sistema nervioso, para que éste regule nuestras funciones de forma óptima, y que nuestro cuerpo funcione mejor.
Nuestro sistema nervioso central, el “jefe del cuerpo” controla y coordina las funciones de cada célula de nuestro cuerpo. Esta comunicación se realiza a través de los nervios del cuerpo (sistema nervioso periférico).
Cuando el estrés que experimentamos en nuestro día – día es más de lo que nuestro cuerpo puede gestionar, se queda “atascado” e interfiere en la buena comunicación sistema nervioso – cuerpo.
Una buena analogía es imaginar un imperdible, con un extremo representando nuestro cerebro y el otro el resto del cuerpo. Cuando nuestro cuerpo está en condición óptima, la comunicación nerviosa con el cuerpo es óptima (imperdible cerrado). Cuando el estrés afecta esta comunicación, el sistema nervioso no se adapta bien a las necesidades del cuerpo y aparecen síntomas (imperdible abierto).
3 tipos de estrés nos pueden afectar:
– físico (traumas y accidentes, malas posturas, gestos repetitivos…)
– emocional (estrés mental, ritmo de vida, problemas de familia, bullying…)
– químico (alimentacion, aditivos, azucares refinados, toxicos presentes en nuestras casa y entorno…)
Freno y acelerador
Nuestro sistema nervioso, igual que un coche, tiene freno y acelerador.
Cuando frenas, permites que tu cuerpo descanse, se repare, digiera, desarrolle su sistema inmune. Es la función parasimpática.
Cuando aceleras, entras en “lucha o huida“, enciendes la alarma, preparas el cuerpo para un posible peligro. Es la función simpática.
El cuerpo, igual que un coche, no puede estar frenando y acelerando a la vez. Es decir: no puedes estar en alarma y reparación al mismo tiempo. No puedes estar descansando bien, reparando bien, digiriendo bien, manteniendo una buena función inmune, si estás estresado.
Demasiado estrés (repentino o cumulado) puede ATASCAR nuestro sistema nervioso, creando mucho ruido interno (como una radio con mala señal), lo cual el cuerpo interpreta como peligro y “pisa el acelerador” de forma contínua.
¿Cómo se manifiesta el modo acelerador?
¿Cómo ayuda la quiropráctica?
- Dolores (espalda, pelvis, cuello, cabeza, mandíbula, extremidades), vértigos, equilibrio, migrañas
- Malas posturas
- Problemas digestivos, de sueño, baja energía
- Ansiedad, irritabilidad, dificultad para concentrarse
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Los ajustes quiroprácticos regulan el sistema nervioso (nos permiten pisar el freno, y disminuir el “ruido” de fondo para re-establecer una buena comunicación interna).
Son una forma natural y suave de restaurar su función correcta al cuerpo y, por lo tanto, deshacerse de estos síntomas.